La ruta 66 y la televisión

lunes, 21 de septiembre de 2009 |

Si habéis buscado en Google "ruta 66 aventura" seguro que os habréis topado, antes que nuestro blog, con la información de un nuevo programa que están preparando en Antena Neox. Se trata de Ruta 66: la aventura (sí, nos han copiado el nombre de nuestro blog, je, je). Al parecer será un programa de viajes con un toque bastante divertido, donde veremos a tres de los actores españoles más divertidos (Edu Soto, Canco Rodríguez e Iván Massague) subidos en Harley Davidson y haciendo la ruta. Aún no sabemos cuando empezará dicho programa, pero nos hace mucha ilusión verlo y compartir con ellos todos los sitios que ambos grupos de aventureros hemos visitado (por ejemplo, la gasolinera de Gay Parita con Gary), aunque en días diferentes: ellos empezaron la aventura un poco después que nosotros y nos "adelantaron" en nuestra larga parada de Las Vegas.

Más información en la página web del programa:
http://www.neox8.com/PortalNeox/Ruta-66-La-Aventura/portada/P_7669412

Y también en su blog:
http://blogs.antena3.com/ruta66/

Y hay más gente esperando el programa...

http://latelequemepario.com/2009/08/07/ruta-66-la-aventura-moteros-de-risa-para-neox/
Aquí encontraréis información sobre este programa y más información sobre series televisivas donde ha aparecido la Ruta 66: Los Rugrats, La habitación perdida, etc.

Películas de Monument Valley y otras localizaciones

jueves, 17 de septiembre de 2009 |

Mientras mirábamos extasiados el paisaje de Monument Valley, nos decíamos los unos a los otros: hemos visto todo esto, en tantísimas películas del oeste... (Además del anuncio de Malboro, ¡claro!). Así que nuestros amigos Raúl y Nuria, expertos en cine, nos han pasado una lista de películas cinematográficas donde aparece como escenario Monument Valley:

De John Ford:
La diligencia (Stagecoach, 1939)
Pasión de los fuertes (My Darling Clementine, 1946)
Fort Apache (Fort Apache, 1948)
La legión invencible (She Wore a Yellow Ribbon, 1949)
Río Grande (Rio Grande, 1950)
Caravana de paz (Wagon Master, 1950)
Centauros del desierto (The Searchers, 1956)
El sargento negro (Sergeant Rutledge, 1960)
El gran combate (Cheyenne Autumn, 1964)

Otras películas:
Licencia para matar (The Eiger Sanction, Clint Eastwood, 1975)
Regreso al futuro III (Back to the Future Part III, Robert Zemeckis, 1990)
Thelma y Louise (Thelma & Louise, Ridley Scott, 1991)
Locas vacaciones de una familia americana (Vacation, Chevy Chase, 1983)

A Nuria y Raúl: ¡Mil gracias por esta información!

Si os interesa el tema os recomendamos la fantástica base de datos online The Internet Movie Database (http://www.imdb.com/), donde se pueden buscar películas y series de televisión en base al lugar donde han sido rodadas. Así pues, se pueden ver las rodadas en Chicago (Illinois), St. Louis (Missouri), Flagstaff (Arizona), Grand Canyon National Park (Arizona), Las Vegas (Nevada), Death Valley (California), etc.



Uf, ahora tenemos ganas de ver tantísimas pelis...

Para futuros viajeros I: alojamiento on the road

martes, 8 de septiembre de 2009 |

Una vez en casa, ahí va la primera entrega de consejos para los que queráis hacer la ruta en un futuro.

El tema del alojamiento es, sin duda, uno de los que genera más dudas: "¿cómo son los moteles?", "¿habrá sitio?", "¿es necesario reservar?", "¿y el precio?", "¿se paga por persona o por habitación?", son algunas de las preguntas que nos asaltaban antes de partir; sin embargo no hay que preocuparse, puesto que estos americanos lo tienen todo muy bien montado. Además, aquí estamos nosotros para daros aquellos consejillos prácticos que no se pueden encontrar en las guías ;D.

Hablando de guías, nosotros compramos antes de salir la Dining & Lodging Guide (podéis encontrarla en Amazon) de restaurantes y hoteles publicada por la National Historic Route 66 Association, que nos resultó bastante práctica (aunque hay que decir que algunos puntos no estaban demasiado actualizados); si podéis, no está de más llevarla.

  • ¿Dónde dormir?
    • Sin duda, en cualquiera de los moteles que se van encontrando por la carretera. Los hay a montones en todos los pueblos y ciudades por los que pasaréis. En Estados Unidos es muy típico hacer road trips en familia durante las vacaciones. Por lo tanto, el tema de los moteles está muy desarrollado.

      Uno tiene la imagen de los moteles destartalados que salen en las pelis (en plan 'la matanza de Texas') y, aunque también existen, con un presupuesto ajustado se encuentran moteles muy buenos. Los que nosotros visitamos están más que bien, teniendo un nivel equiparable a un hostal o a un hotel de 2 o 3 estrellas en España. Hay que decir que tampoco fuimos a ninguno de los más baratos (los hay incluso de menos de 30$).

      Todos tienen aire acondicionado, están limpios y muchos incluso tienen piscina (¡alguno hasta climatizada! -toda una gozada después de una larga jornada de carretera-).

      Presentan en general diversas comodidades (toallas limpias, jabón, secador -la mayoría-), por lo que no hace falta que carguéis con ellos, ¡así tendréis más espacio en la maleta para los souvenirs!

      Aparte de todo esto, lo que nosotros destacamos es el acceso a Internet. Todos, absolutamente todos los moteles por los que hemos pasado, tenían acceso wifi gratuito (excepto en Las Vegas -tema aparte-). Resulta muy práctico llevar un portátil para hacer alguna reserva, consultar información o hacer un blog como el nuestro, por ejemplo.

      Respecto al tema del desayuno: la mayoría incluyen como mínimo un bufet sencillo con café y muffins. En algunos, además, tienen hot breakfast muy interesante, pues incluyen más cosas como tostadas, waffels, etc. Normalmente se anuncia el tipo de desayuno que se ofrece en el cartel del motel, a modo de propaganda (igual que la conexión a Internet y la piscina).

      En base a nuestra experiencia, podemos recomendar algunas cadenas: Super 8, Days inn, Comfort inn, entre otros. Estos los encontraréis en la mayoría de poblaciones con un mínimo de habitantes.

      Pero no olvidéis pasar alguna noche en moteles típicos de la ruta, los que no pertenecen a ninguna cadena. Son los más auténticos que váis a encontrar. Alguno de los que más nos gustó a nosotros (tanto por el sitio, la decoración y el trato) fueron: el Munger Moss Motel en Lebanon, The Canyon Motel en Williams y el Wigwam Motel en Rialto, ¡no podéis dejar pasar la ocasión de dormir en un Tee-Pee!

    • ¿Son caros los moteles?
    • Definitivamente: ¡NO!

      Los moteles tienen un precio más que competitivo para los servicios que dan. Para que os hagáis una idea, el precio medio con el que nos hemos encontrado ha sido de unos 70-80$ por noche la habitación doble.

      Las habitaciones dobles son enormes, con dos camas grandes (queen size). Además, el precio se paga por habitación, no por persona, con lo cual hemos dormido los cuatro en una misma habitación, con un ahorro considerable. Si vais sólos o en pareja, os saldrá un poco más caro, pero a pesar de todo, los precios son inferiores a cualquier hotel en España.

      Otro truquillo a la hora de ahorrar son las revistas con cupones de descuento para hoteles/moteles que podréis encontrar en la mayoría de gasolineras. No es que sea mucho, pero algo es algo. Si disponéis de ordenador, también podéis conectaros a la web del motel y reservarlo (algunos ofrecen tarifas más baratas por Internet). Esto requiere de cierta planificación previa sobre dónde vais a dormir... Nosotros la mayoría de días íbamos sobre la marcha, parando donde nos "cogía" la noche.

      Vale la pena, si se dispone de tiempo, preguntar en varios moteles antes de decidirnos por uno, ya que puede haber bastante diferencia de precio entre unos y otros a pesar de estar muy cerca. Ojo, también pueden variar los servicios que incluyen: desayuno, piscina, etc.

      Respecto a Las Vegas, recomendamos ir entre semana; las noches de los viernes y los sábados son bastante más caras. Aquí puede ser interesante reservar con antelación y buscar cupones de descuento por Internet (esto también aplica a excursiones como Gran Cañón...).

    • ¿Hace falta reservar?

    • Después de nuestra experiencia podemos decir que, excepto en sitios muy concretos de la ruta, no hace falta reserva previa. La carretera está llena de moteles y si no se encuentra sitio en uno, pues en el siguiente seguro que lo habrá (en 25 días sólo hemos visto el cartel de no vacancy una vez).

      No obstante, donde sí recomendamos reservar es en las ciudades, como Chicago. Aquí os recomendamos sin lugar a dudas el Days Inn, el precio es aceptable (teniendo en cuenta que estamos en la ciudad), no está lejos del centro y el servicio es muy bueno. También recomendamos reservar en Los Angeles (no fue nuestro caso, ya que no dormimos allí).

      Si os váis a desviar de la ruta (como hicimos nosotros) para visitar zonas más turísticas, recomendamos reservar en sitios cercanos a las visitas que vayáis a hacer, como Page (Antelope Canyon), Las Vegas (Las Vegas y Death Valley) o Mexican Hat (Monument Valley). En algunas zonas hay poca oferta hotelera y es preferible reservar al menos con uno o dos días de antelación.

      En Las Vegas (no conocemos a nadie que haga la 66 y no pase por allí), la oferta de hoteles es interminable, con muy buena calidad y con precio muy barato para lo que ofrecen los grandes hoteles-casino. Estos negocios no viven del hotel y lo que les interesa es que vayas a su casino en lugar de a la competencia; si sumamos esto a que Las Vegas es la ciudad del mundo con mayor oferta hotelera, el resultado es buena calidad a buen precio.

      Es interesante alojarse en algún casino temático (más divertido), si puede ser en el Strip (calle principal). Las distancias son muy largas dentro de esta ciudad, por lo que mejor estar cerca de "la acción". Nosotros estuvimos en el Excalibur, que estuvo muy bien.

      Finalmente, si pasáis por San Francisco (algo que realmente vale la pena -nos encantó esta ciudad-), os recomendamos reservar también (es una ciudad muy turística). Nosotros nos alojamos en Japantown, en el Hotel Tomo (con una estética Japan Pop muy interesante), nos encantó. Los precios de la ciudad no son comparables a los moteles de carretera, pero está bien comunicado y la zona es muy tranquila. Un final perfecto para un viaje fantástico.

      Esperamos que estos consejos os resulten útiles, si tenéis cualquier otra duda, contestaremos (en la medida de lo posible) a vuestros comentarios en el blog, o también podéis enviarnos un mail (laaventura66@gmail.com), ¡estaremos encantados de ayudar a los futuros ruteros!

      Día 26 (San Francisco - Barcelona): El regreso

      sábado, 5 de septiembre de 2009 |

      ¡Hola a tod@s!

      Antes de nada, muchas gracias de nuevo por seguirnos todos estos días y por todos vuestros comentarios... Esta experiencia del blog ha sido muy gratificante.

      Pero como todo lo bueno, ya se acabó. Publicamos la última etapa del viaje con un poco de retraso porque aún estamos un pelín descolocados... Ya se sabe, el jet lag.

      El último día empieza en San Francisco, levantándonos a una hora razonable, ya que nos acostamos tarde preparando las maletas... ¿Qué os vamos a contar? Entre los regalitos y recuerdos, y que la ropa parece "crecer" durante las vacaciones, resulta toda una odisea.

      Como el vuelo sale por la tarde, pedimos que nos guarden las maletas en el hotel y nos vamos a dar nuestro último homenaje desayunando a la americana: bagels, zumo de naranja tamaño familiar y un café con leche (eso sí, a la europea, que el café americano no mola nada).

      La intención es aprovechar la mañana visitando el parque de Presidio, por lo que cogemos una combinación de autobuses que, tras una larga hora, resulta que nos deja al pie del Golden Gate. ¡Perfecta despedida! El día es soleado y la visibilidad del puente es perfecta, algo muy poco frecuente. Nos despedimos de uno de los puntos más emblemáticos de la ciudad y volvemos de nuevo a Japantown (donde está el hotel). Se acerca la hora de irnos, pero antes hay que comer algo.



      En Japantown para comer, aunque sea obvio, nos vamos a uno de los múltiples restaurantes japoneses y nos regalamos un sushi de lo mejor que hemos probado (difícil encontrar algo así en Barcelona por un precio razonable).

      Llega el momento crítico. Nos viene a recoger el taxi al hotel ("pedazo" de taxi... Parece una limusina) y directos para el aeropuerto. La aventura se acaba, pero aún quedan casi 24 horas para llegar a casa. En este momento desearías que se hubiera inventado el teletransporte.


      Desde aquí, poco más que contar: diez horas de vuelo hasta Londres (vuelo tranquilo, alterado únicamente por la conversación incansable de algunos vecinos de avión). La llegada a Londres, muy gratificante, ya que el avión entró por encima de la ciudad y la visibilidad era muy buena, pudimos ver desde el aire el Thames, el palacio de Buckingham, el Big Ben, etc.

      Tras una larguísima escala (más de cinco horas), con caras tristes por acabar el viaje y ganas de llegar a casa para descansar, cogemos el último vuelo, que llega sin mayor complicación sobre las diez de la noche (hora española).

      A casa y a dormir. Si conseguimos pegar ojo esta noche, es posible que el cambio horario sea más suave.

      Como conclusión, si algún día tenéis posibilidad, os recomendamos este viaje sin ningún tipo de duda. Es mucho mejor incluso de lo que parece... y una gran oportunidad para conocer los Estados Unidos de una manera "diferente" a los típicos viajes a ciudades.

      Podemos decir sin duda que es un viaje que vale la pena, en el que lo importante no es tanto lo que se visita, sinó la carretera, el camino. Además, un viaje de este tipo permite interaccionar muchísimo con la gente local (sobretodo en zonas más rurales, dónde la gente es más abierta), lo cual es muy gratificante.

      Para los que os decidáis a hacer la Ruta 66, nuestra intención es publicar más comentarios incluyendo consejos, restaurantes, gastos, etc. Creemos que estos datos os pueden resultar útiles.

      Un saludo también para los "compañeros" que han hecho este viaje y han realizado sus propios blogs. Hemos seguido las aventuras de algunos de ellos, con los que nos identificamos muchísimo; en especial con los amigos de la Ruta 66 en directo, que han hecho el viaje muy parecido y casi en los mismos días que nosotros.

      Y por supuesto, un abrazo a todos los amigos y familiares que habéis estado día a día con nosotros. ¡Gracias por vuestros comentarios! Ha sido como ir de viaje con todos vosotros... ¡sensacional!

      Empezamos la jornada con un café a la europea. En San Francisco es más fácil encontrar el café al que estamos acostumbrados que en el resto de sitios por los que hemos pasado. La decoración del café, preciosa:


      Hoy ha sido un día muy intenso de ruta por la ciudad: nos hemos pasado las horas en el transporte público o caminando... Empezamos por Alamo Square, donde hemos visto las "siete hermanas", unas bellas casas victorianas de finales de 1800 muy conocidas por la serie de televisión Padres forzosos. ¿Os suenan?



      Después hemos visitado el barrio de Haight/Ashbury. Aquí nació el movimiento hippie y en sus calles aún se respira "paz y amor". Seguimos con un paseo por el Golden Gate Park, especialmente por el Jardín Botánico y por el Japanese Tea Garden. Por cierto, para futuros viajeros: si queréis ver este jardín japonés id mejor en lunes, miércoles o viernes, pero sólo de 9 a 10 de la mañana, ya que a esas horas es gratuito. El resto de días hay que pagar 5$ por persona y, la verdad, no vale tanto la pena el "jardincito"...

      La hora de comer (unos deliciosos baggels) nos ha dado en Castro, el barrio gay, un sitio con mucho ambiente y bullicio.


      Acabada la comida y tras unos minutos de reposo, hemos seguido (tras un bonito paseo en tranvía) con el barrio financiero (muchos rascacielos y gente trabajando) y el barrio italiano (North Beach), con cierto aire latino y repleto de cafés donde degustar auténtico espresso y capuccino y restaurantes donde sirven principalmente pasta y pizza.

      Para acabar la jornada, una visita a la Coit Tower para ver la ciudad desde las alturas, una bonita despedida y con buenas vistas, ya que hoy también nos ha respetado el tiempo y ha brillado el sol durante todo el día (ojo, eso no quiere decir que haya hecho calor). El sol empieza a caer, así que de vuelta al hotel, para pensar dónde cenar y aprovechar para hacer las últimas compras.

      ¡Ah, por cierto! Hemos visitado la Grace Cathedral, en la calle California (típicas subidas y bajadas), famosa por sus vidrieras coloridas y originales. Una de ellas es la dedicada a Albert Einstein, aunque también hay otra dedicada a filósofos (Kierkegaard, por ejemplo) y una preciosa a una constelación.


      Éste ha sido nuestro último día completo en San Franc¡sco, ya que mañana por la tarde comenzamos el periplo de vuelta a casa. Primero un vuelo hasta Londres (más de 10 horas) y luego de Londres a Barcelona. Esperamos llegar el jueves por la noche, con cambios horarios incluidos y deseando que el jet lag no sea demasiado duro con nosotros, je, je...

      Aunque ahora toca hacer la maleta (no va a ser fácil) y los ánimos empiezan a flojear por el próximo final de un viaje tan apasionante, aún no queremos hacer balance de la experiencia, ya que seguimos teniendo planes para mañana: visitar el parque de Presidio, comer en Japantown, etc. ¡Hay que aprovechar al máximo los últimos días de vacaciones!

      Empieza el día con la ya habitual musiquita del despertador... Caras somnolientas y pocas ganas de levantarse. Hemos empezado la cuenta atrás y hoy el inicio del día será muy duro; tenemos que despedirnos de nuestro coche, uno más del equipo que nos ha acompañado en esta aventura. Va a ser un momento difícil. Lo echaremos de menos.

      Pero como somos decididos, nos levantamos, nos preparamos y salimos de nuevo al frío de San Francisco, que no deja de sorprendernos teniendo en cuenta que estamos en agosto. Recogemos el coche del parking donde ha pasado la última noche y nos dirigimos a la agencia de alquiler, donde lo dejamos a buen recaudo con Pandorita dentro, por si puede ser útil al próximo que llegue.

      Ha sido un mal trago, así que hemos de hacer algo para olvidarlo... Y ¿qué mejor que un buen desayuno a la americana? Hemos decidido que no vamos a tratar de seguir una alimentación sana hasta que lleguemos a casa de nuevo. Total, nos quedan pocos días y vamos a aprovecharlos al máximo... je je. Así que nos vamos a Lori's (otro diner fantástico) y nos pedimos un plato completo (huevos, bacon, hash browns, pancakes...). Nos mejora considerablemente el humor.

      Mientras desayunamos, planificamos un poco lo que queremos hacer hoy y cómo nos vamos a mover en transporte público. Primera parada: Union Square. Se considera el centro de San Francisco (aunque no esté realmente en el centro). Una plaza agradable y sencilla, con comercios alrededor.

      Siguiente destino: Powell Station. Hemos de comprar allí el pase de 3 días para el transporte público. Allí mismo vemos como dan la vuelta al tranvía (cable car) a la "vieja usanza".


      Subimos en este transporte para experimentar y también para acercarnos a Chinatown, que aunque está cerca (las distancias no son excesivas), moverse caminando es complicado ya que aquí las pendientes de las calles son impresionantes (típicas películas con persecución de coches que saltan en cada cruce... o también el famoso anuncio de Sony Bravia donde tiraban miles de pelotitas de goma por las empinadas calles de San Francisco).

      Es curioso el barrio de Chinatown. La primera calle que pasamos parece muy comercial y bastante turística, pero pronto se nota que todos los carteles y tiendas están en chino, y que la gente que hay por la calle son orientales. En cuanto nos movemos un par de calles parece realmente que estemos en China, tanto por la gente como por los comercios, diarios, rótulos, etc. Sin embargo, nos pareció más auténtico el barrio de Japantown donde estuvimos ayer (en la zona de nuestro hotel). Allí todo parece más "natural".


      Aprovechando que ha salido el sol y que ha mejorado considerablemente la visibilidad, decidimos coger un autobús que nos lleve hasta Marina, un parque junto a la bahía de San Francisco desde donde tenemos la intención de ver el Golden Gate, ya que ayer apenas lo intuimos entre la niebla.

      ¡Ha habido suerte! El tiempo acompaña y podemos disfrutar de una buena vista del puente. La verdad es que se está muy agusto. A la sombra sigue haciendo frío, pero al sol se está muy bien, por lo que aprovechamos para dar un paseo bordeando la costa hacia el Fisherman's Wharf, antigua zona de pescadores, ahora paseo turístico con bastante vida y visita obligada si venís por aquí.

      Además del agradable paseo, los muelles y las tiendas, nos gustaría destacar dos cosas interesantes:

      1. Los leones marinos. Gustan de descansar en el muelle 39 y los hay a montones. Ya es extraño contemplar estos animales en persona y en libertad, pero más raro aún se hace verlos entre los muelles de embarcaciones de recreo.


      2. La panadería Boudin Sourdough. Aquí preparan un plato típico de la zona: la clam chowder, una especie de sopa (con textura de bechamel) de almejas, que sirven dentro de un pan abierto, de corteza crujiente y sabor exquisito. Un plato delicioso que además ayuda a entrar en calor, lo que se agradece con este clima. ¡Imprescindible probarlo!


      Hemos comido un poco tarde para aprovechar la mañana, así que vamos directamente al muelle 33, donde debemos coger el barco que nos llevará a Alcatraz... ¿Qué os vamos vamos a contar? Todos conocéis la historia de "La Roca" por las numerosas películas en las que aparece. Esta prisión, a escasos 2 kilómetros de San Francisco, ha sido históricamente una de las prisiones más seguras del mundo, por su construcción, por su vigilancia y porque es prácticamente imposible sobrevivir a las fuertes corrientes y las frías aguas que la rodean.

      La visita es completa y muy interesante, con una audioguía que explica muy bien la historia y la hace interesante. Como datos curiosos, decir que sólo se "escaparon" 3 personas de sus dominios, y que nunca se supo si realmente lo consiguieron o si se ahogaron en el intento. También cabe destacar que aquí cumplió parte de su condena el mismísimo Al Capone.


      Por suerte, nosotros logramos escapar sin complicaciones (y sin tener que excavar un túnel con la cuchara ni nadar en gélidas aguas).

      Cuando regresamos a tierra firme ya es noche cerrada y eso se nota en la temperatura, que ha descendido unos grados. Cenamos un chocolate caliente en Ghirardelli (fábrica de chocolate típica... y buenísima), y nos volvemos al hotel. De nuevo se nos ha hecho un poco tarde y dormiremos poco, pero vale la pena. Tenemos que aprovechar hasta el último minuto de este fantástico viaje.

      Mañana seguiremos recorriendo la ciudad, que aún quedan muchas cosas por ver.