Hoy nos ha tocado madrugar bastante. Tenemos contratada la excursión al Grand Canyon a primera hora, por lo que nos levantamos a las 5:30. Después de la caminata de ayer hemos dormido poco y nos arrastramos como podemos hasta la recepción del hotel, donde nos pasan a recoger.
Primero nos llevan en un "furgocar" (una mezcla de furgoneta y autocar) hasta el aeropuerto de Boulder City, donde subimos a la avioneta que nos llevará al Grand Canyon. El vuelo ha sido muy tranquilo, esperábamos más movimiento tratándose de una avioneta.
De camino hemos sobrevolado la presa Hoover y el desierto de Mojave (sensacional verlo desde el aire). Todo un espectáculo. Antes de aterrizar, también sobrevolamos una parte del Gran Cañón. La verdad es que desde aquí nos impresiona más que cuando lo vimos el otro día.
Llegamos a la pista (una de ellas) en el Cañón y subimos al helicóptero que nos bajará hasta el río. Algunos ya habíamos volado antes en helicóptero: paseo tranquilo, no como en las películas. Aquí la cosa cambia un poco, despega acelerando e inclinando el helicóptero, coge velocidad, realiza un par de giros y se aproxima a la brecha del Gran Cañón. De repente, se "tira" directamente hacia abajo, con una sensación de montaña rusa que hace que compense lo que hemos pagado. El trayecto dura poco, pero las vistas son sensacionales. Nos dejan junto al río Colorado.
Aquí nos dan un poco de agua para que no nos deshidratemos y nos subimos a la barca que nos dará un paseo por el río. Momento de calma y tranquilidad, disfrutamos del paisaje, que realmente vale la pena. Desde este punto, el paisaje es aún mejor. Comprobamos lo que dicen de que el Cañón cambia de colores a cada momento, el paisaje se va transformando durante el día, pero no deja de ser impresionante.
De nuevo, el trayecto dura menos de lo esperado. Subimos al helicóptero que nos devuelve a la parte alta, donde nos llevan en autobús a un par de puntos de vista: Eagle Point, Skywalk (no lo hemos hecho, es caro y hemos leído que no vale la pena) y Guano Point (este último consideramos que es uno de los mejores puntos que hemos visto, además coincide con pequeñas nubes que le dan otro matiz a los colores del paisaje). En el último punto comemos un "plato combinado" que, para venir con una excursión contratada, no está mal del todo.
Muertos de sueño, nos subimos de nuevo a la avioneta. Esta vez el viaje no es nada tranquilo, el aire mueve la avioneta a su antojo, aunque suponemos que es normal, pero como son aparatos muy ligeros, y como dentro hace mucho calor, llegamos un poco "moviditos"; parece que a primera hora del día siempre se viaja más tranquilo que cuando "aprieta" el calor.
Como llegamos al hotel al mediodía, decidimos que nos hemos ganado un descanso; nos regalamos una siesta de 3 horas que nos deja en situación de reemprender la exploración de Las Vegas cuando ya ha caído la tarde.
A última hora saltamos con energías renovadas a la noche de Las Vegas. Calor en las calles, frío en los casinos, ríos de gente que van y vienen, luces, neones, movimiento... ¡Fascinante! La ciudad no deja de sorprendernos, todo está hecho a lo grande y se nota la cantidad de dinero que se maneja. Se mezcla (y a veces se confunde) la clase y el estilo con el horterismo terrible.
Muertos de sueño, nos subimos de nuevo a la avioneta. Esta vez el viaje no es nada tranquilo, el aire mueve la avioneta a su antojo, aunque suponemos que es normal, pero como son aparatos muy ligeros, y como dentro hace mucho calor, llegamos un poco "moviditos"; parece que a primera hora del día siempre se viaja más tranquilo que cuando "aprieta" el calor.
Como llegamos al hotel al mediodía, decidimos que nos hemos ganado un descanso; nos regalamos una siesta de 3 horas que nos deja en situación de reemprender la exploración de Las Vegas cuando ya ha caído la tarde.
A última hora saltamos con energías renovadas a la noche de Las Vegas. Calor en las calles, frío en los casinos, ríos de gente que van y vienen, luces, neones, movimiento... ¡Fascinante! La ciudad no deja de sorprendernos, todo está hecho a lo grande y se nota la cantidad de dinero que se maneja. Se mezcla (y a veces se confunde) la clase y el estilo con el horterismo terrible.
Esta noche hemos visitado el MGM (el hotel-casino más grande de Las Vegas), el París (cenita de crep incluida) y el Treasure Island (donde hemos visto el espectáculo en la calle más grande hasta ahora: las Sirenas, donde llegan incluso a "hundir" un barco).
A pesar de la siesta, estamos cansados (insistimos en que las distancias aquí son MUY grandes -quien venga, que se traiga calzado cómodo-), así que volvemos paseando al hotel. Mañana no madrugaremos, je je...
A pesar de la siesta, estamos cansados (insistimos en que las distancias aquí son MUY grandes -quien venga, que se traiga calzado cómodo-), así que volvemos paseando al hotel. Mañana no madrugaremos, je je...
3 comentaris:
Hola Guapos!!!!!
Soy la Sandra. Ya veo que estais disfrutando muchisimo.En cuanto volvais sol-licito vuestra presencía en mi casa para contarme con todo lujo de detalles este precioso viaje.
Besos. Os quiero....
Hola chicos !!!!
Tomo nota para mi proximo viaje a las Vegas , jajajajajaja, ya se que tengo que llevar zapato comodo , pues las distancias son muy largas, eso me ha quedado muy claro. Las fotos me encantan, yo tambien me pido una sesión explicativa para que me conteis este peazo de aventura.
El gran cañon impresionante desde el aire, merece la pena ??? Lo habeis visto desde todos los angulos y todas las opciones.
Y para mañana que nos toca, no nos habeis contado que hacemos mañana. Ya sabeis que vivimos el viaje con vosotros desde nuestras casas.
bueno chicos hasta mañana.
UN BESO MARI
Ei!
Amb la visita al Gran Cañón sí que m'esteu fent envejaaaaa!!!! M'alegro que tot us vagi tan bé!
Fins aviat!
Laia
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